En el margen izquierdo de la desembocadura del Rio Nalón (río más caudaloso de Asturias), podemos encontrar el pueblo de San Esteban de Pravia; un pueblo que aún guarda los vestigios de la prosperidad que alcanzó entre finales del siglo XIX y mediados del XX cuando logró ser uno de los puertos industriales más importantes del norte del cantábrico. Gracias a él, se daba salida por mar al carbón extraído en los principales valles mineros de Asturias.
En San Esteban concluye la vía férrea popularmente conocida como «El Vasco»; construida para extraer el mineral de Carbón. La geografía del pueblo, nos permite descubrir sus antiguas grúas, cargaderos de mineral e incluso sus enormes y antiguos bares que atendían a cientos de marineros.
El puerto está declarado de interés histórico-industrial. Allí podemos encontrar atracado la embarcación más antigua del cantábrico aún en uso, el «Vaporín» se trata de un remolcador que en plena época del apogeo industrial trabajaba las 24 horas, fue construido en 1902.
Existe un pequeño paseo que se puede iniciar en el mismo pueblo que nos permitirá ver los antiguos cargaderos del mineral, y llegar a la bocana de la desembocadura de la ría del Nalón, donde encontraremos una gran piscina de agua salada con gran afluencia turística en temporada estival. El paseo lo podemos finalizar en el mismo faro de la bocana.
También es muy recomendable llegar en coche al mirador del Espíritu Santo, ya que existe un gran desnivel, desde allí podremos divisar una panorámica de la gran magnitud de la desembocadura de la ría, el pueblo de San Juan de La Arena y la amplia Playa de los Quebrantos cuya arena de color negro se debe a la erosión del mineral del carbón que bajaba por el río. Allí, comienza o finaliza según se mire, la famosa y bonita «Ruta de los Miradores» que llega a la Playa de Aguilar que ya limita con el concejo de Cudillero.